MENSAJES DE SEMANA
SANTA
DOMINGO DE RAMOS (3)
Entrada triunfal en
Jerusalén.
“1 Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania,
frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, / 2 y les
dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella,
hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y
traedlo. / 3 Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo
necesita, y que luego lo devolverá. / 4 Fueron, y hallaron el pollino atado
afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron. / 5 Y unos de los
que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino? / 6 Ellos
entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron. / 7 Y trajeron el
pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. / 8
También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los
árboles, y las tendían por el camino. / 9 Y los que iban delante y los que
venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el
nombre del Señor! / 10 ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene!
¡Hosanna en las alturas!”
(San Marcos 11:1-10)
B
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etfagé se ubica
en el Monte de los Olivos, en el camino de Jerusalén a Jericó, aproximadamente
a un kilómetro de Jerusalén. Es cercana a Betania. Al acercarse Jesús y los
Doce a la Ciudad Santa, Él envió a dos de ellos a la aldea más cercana.
Encontrarían un pollino amarrado, es decir un asno joven y sin domar. El mismo
Maestro señala esta característica del animal, jamás ha sido montado, lo cual
implicaría que éste podría no aceptar que alguien subiera en sus lomos. Los
discípulos tendrían que desatarlo y llevarlo a Jesús. Les indica que si alguna
persona los detiene y pregunta por qué hacen eso, deberían decir porque “el Señor lo necesita, y luego lo devolverá.”
Jesús no había tratado con anticipación el préstamo del burro.
En este pasaje
de la Escritura, Jesucristo se nos presenta como el Rey que viene a tomar
posesión de Su Reino. Jerusalén es la capital de ese Reino. Así se cumple la
profecía de Isaías: “10 Pasad, pasad por
las puertas; barred el camino al pueblo; allanad, allanad la calzada, quitad
las piedras, alzad pendón a los pueblos. / 11 He aquí que Jehová hizo oír hasta
lo último de la tierra: Decid a la hija de Sion: He aquí viene tu Salvador; he
aquí su recompensa con él, y delante de él su obra. / 12 Y les llamarán Pueblo
Santo, Redimidos de Jehová; y a ti te llamarán Ciudad Deseada, no desamparada.”
(Isaías 62:10-12) La reacción de los
discípulos como de la multitud que recibe a Jesús en Jerusalén, nos enseña
sobre la correcta actitud que debemos tener frente a este Rey y Señor nuestro,
como Sus discípulos.
¿Cuál
es la correcta actitud de un discípulo ante Jesucristo Rey?
1.
Una actitud de obediencia a Su Palabra.
“1
Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte
de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, / 2 y les dijo: Id a la aldea
que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un
pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. / 3 Y
si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y
que luego lo devolverá.” (San
Marcos 11:1-3)
Tal como les
ordenó Jesús, lo hicieron estos discípulos. A esa altura del ministerio ellos
habían aprendido la obediencia al Maestro. La sujeción al que nos enseña el
Camino es esencial en la relación maestro-discípulo, para lograr un verdadero
cambio. Si no somos sujetos al tutor, al pastor o líder, en fin al Cuerpo de
Cristo, no estaremos viviendo en forma auténtica la sumisión al Señor que tanto
pregonamos. Estos discípulos obedecieron a una orden simple: ir a buscar un
burro a una aldea que no era la suya en una casa extraña, un animal que no les
pertenecía.
¿Cómo podía el
Maestro encargarles que robaran un animal y se lo trajeran tan fácilmente? Si
un pastor nos mandase hoy día algo así, de seguro que lo criticaríamos, cuestionaríamos
su moralidad, pondríamos en tela de juicio su lucidez, visión, teología y
autoridad. No haríamos lo que nos dice y quizás abandonaríamos su iglesia. Pero
estos discípulos obedecieron fielmente, no cuestionaron porque confiaban en su
Maestro, tenían fe en Él.
La correcta
actitud de un discípulo ante Jesucristo Rey es de obediencia a Su Palabra.
2.
Una actitud de sumisión a Su autoridad.
“4
Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del
camino, y lo desataron.” (San
Marcos 11:4)
Tal como el
Señor les advirtió sucedió, pues Jesús es Omnisapiente; Él sabía que les
preguntarían la razón de llevarse el animal. Aunque también era lo más probable
que así sucediera. Haga la prueba usted de entrar a la casa de un vecino, sin
pedir permiso y llevarse su perro. Lo más probable es que los dueños salgan
persiguiéndolo no muy contentos. Dice el Texto que “Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron.” Creo
que este es un primer hecho milagroso en este relato. Con tan sólo decir “el Señor lo necesita, y luego lo devolverá”
fueron tocados los corazones y convencidas las mentes de esos hombres y
permitieron de inmediato que se llevaran al pollino.
La correcta
actitud de un discípulo ante Jesucristo Rey es de sumisión a Su autoridad.
3.
Una actitud de fe en Su Omnisciencia.
“5
Y unos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino? /
6 Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron. /7 Y
trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre
él.” (San Marcos 11:5-7)
¡Ay, si los
cristianos de hoy fuéramos más sumisos al Señor y mejor sujetos a los pastores,
cuántos milagros sucederían! El problema es que nos falta espiritualidad y
vemos muchas cosas desde el punto de vista material y pragmático, la mucha
ciencia del mundo de hoy nos ha secado la fe. Pasamos todo por el cedazo de la
mente y no permitimos que actúe la fe. Los discípulos fueron obedientes al
mandato del Señor, hicieron tal como Él les ordenó, sin oposición, y el poder
de Dios fluyó. Creyeron a Jesús aunque ello iba contra toda lógica humana. Es
bueno ser lógicos en asuntos de la vida natural pero cuando se trata de las
cosas del Reino es preciso superar la lógica y dar cabida a lo sobrenatural.
La segunda parte
del relato nos ofrece otro pequeño gran milagro. Le trajeron el pollino al Rabí
Jesús, le cubrieron con unos mantos y Él se sentó sobre el burrito, el cual
siendo un asno joven y sin domar, no tuvo conducta violenta ni rechazó el
cuerpo del Maestro, como lo habría hecho cualquier animal de su condición. No
siempre reparamos en este detalle. La autoridad de Jesucristo sobre cualquier
animal, vegetal o elemento de la creación, Su creación, se demuestra una vez
más aquí. Recordemos el caso de la higuera que no daba frutos y Él ordenó
secarse, o la moneda para tributo encontrada en el vientre de un pez, o la
tormenta aplacada, etc. Ante la presencia del Señor todos se someten, sean hombres,
animales, seres vivos o elementos naturales. Su autoridad Divina produce calma,
paz, tranquilidad.
Quien tenga esa
autoridad delegada por Dios también provocará el mismo efecto. Es una autoridad
que no se puede crear humanamente, inventar, parodiar o teatralizar; sino que
se deja ver en quien tiene una auténtica relación íntima permanente con Dios.
Una rica vida devocional, una genuina fe y entrega al Señor producen en el
cristiano la autoridad espiritual que domina el carácter propio, las reacciones
de los demás y sujeta otras vidas al Cuerpo de Cristo. El Señor se sentó sobre
este pollino, joven y sin domar, y dominó de inmediato su rebelde carácter
animal. ¿No se dice de alguien porfiado que es como un burro?
La correcta
actitud de un discípulo ante Jesucristo Rey es de confianza o fe en Su Omnisciencia.
4.
Una actitud de adoración ante Su
Majestad.
“8
También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los
árboles, y las tendían por el camino.” (San Marcos 11:8)
Ya Jesús sentado
sobre el pollino, se dispone a entrar en Jerusalén, cual lo haría un rey
victorioso, dispuesto a tomarse la ciudad. Cumplíase así la profecía que dice: “Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de
júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador,
humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.” (Zacarías 9:9) Se reunió alrededor una
multitud de pueblo que tendían mantos en el suelo para que pasara el Rey de
Reyes sobre ellos. Otros cortaban ramas de los árboles propios de la región,
sobretodo palmas y las tendían en el camino. Esta actitud de respetuoso fervor
y reconocimiento hacia el Señor es la que todo cristiano debe tener siempre en
la oración personal o comunitaria. Él merece ser adorado como un Rey, nuestro
Rey Celestial. ¿Por qué habremos de dejar sólo a los ángeles y seres
celestiales que le adoren en los cielos y nosotros permanecer indiferentes aquí
en la Tierra? Con mayor razón debemos adorarle los humanos pecadores que hemos
sido perdonados con tanta misericordia de Su parte. Él nos redimió, dio Su vida
por nosotros a pesar de nuestra maldad. Se merece toda la gloria y la adoración
de Su pueblo libertado. Esa entrada triunfal en Jerusalén es el preámbulo a Su
victoria en la Cruz del Calvario.
La correcta
actitud de un discípulo ante Jesucristo Rey es de adoración ante Su Majestad.
5.
Una actitud de súplica ante Su
Omnipotencia.
“9
Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna!
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! / 10 ¡Bendito el reino de nuestro
padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas!” (San Marcos 11:9,10)
La multitud
fervorosa gritaba “¡Hosanna! ¡Bendito el
que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene!
¡Hosanna en las alturas!” La expresión “hosanna” significa “Salva, te rogamos”.
Implica pedir ser salvados ahora, es una petición de ayuda: “Oh Jehová, sálvanos ahora, te ruego; Te
ruego, oh Jehová, que nos hagas prosperar ahora.” (Salmos 118:25) Ellos gritaban así como una oración de súplica, para
que el Mesías trajera la salvación a Israel. Probablemente ellos esperaban una
liberación física, política, del imperio de Roma. ¡Cuán equivocados estaban en
lo que esperaban! Nos hace pensar en aquellos hermanos e iglesias que esperan
hoy día la salvación de la sociedad por medio de cambios políticos. Sería
conveniente que escucharan la respuesta de Jesús a Poncio Pilatos: “Respondió Jesús: Mi reino no es de este
mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no
fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.” (San Juan 18:36) El Reino de Dios es el
gobierno espiritual de los corazones humanos. Ese Reino llegaba a establecerse
definitivamente en la Humanidad y era recibido con vítores.
Cuatro
exclamaciones se registran en el Evangelio de Marcos:
1.
“¡Hosanna!”
Petición de salvación al Rey Salvador, Mesías (hebreo) o Cristo (griego).
2.
“¡Bendito
el que viene en el nombre del Señor!” Es un Rey que
viene en el nombre de Dios, con Su autoridad y atributos. Para los judíos el
nombre es algo más significativo que para nosotros. No es una simple
“representación” de alguien, sino que el nombre contiene toda la persona.
3.
“¡Bendito
el reino de nuestro padre David que viene!” Consideraban que
venía en el nombre del rey David pues de hecho pertenecía a la casa de David,
era descendiente de él. Al entrar Jesús en Jerusalén, entraba el reino de
David.
4.
“¡Hosanna
en las alturas!” La petición de salvación se eleva a los
cielos, hasta Dios. Los cielos mismos pronuncian y ruegan ese “hosanna”.
Las cuatro
exclamaciones concuerdan y son el anhelo de Israel que quería ser liberada de
la opresión tiránica de Roma, como también deseaba el cumplimiento de la
profecía mesiánica. En cierto modo es también la exclamación de nuestros
corazones al iniciar esta Semana Santa, que es el recordatorio o memorial de la
pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Recordamos este
domingo la entrada de nuestro Rey, Señor y Salvador a la ciudad que lo
apresaría, condenaría a muerte, torturaría y clavaría en una cruz. Sabemos que esos
hechos tan dolorosos serían necesarios para el lavamiento de nuestros pecados,
el perdón y la salvación de las almas de quienes hemos creído en Él como
Salvador y Señor de nuestras vidas.
La correcta
actitud de un discípulo ante Jesucristo Rey es de súplica ante Su Omnipotencia.
CONCLUSIÓN.
La entrada
triunfal de Jesús en Jerusalén es la celebración de la venida de Su Reino a
esta Tierra. Es el inicio de la Semana Santa con el llamado Domingo de Ramos.
De este suceso podemos aprender cuál es la correcta actitud de un discípulo
ante Jesucristo Rey, a saber: 1) Una actitud de obediencia a Su Palabra; 2) Una
actitud de sumisión a Su autoridad; 3) Una actitud de fe en Su Omnisciencia; 4)
Una actitud de adoración ante Su Majestad; y 5) Una actitud de súplica ante Su
Omnipotencia.
PARA TRABAJAR EN EL CENÁCULO:
1)
¿Cuál es, a su juicio, la principal
actitud que debe tener un discípulo?
2)
¿Qué haría usted si un pastor o
discipulador le ordenara algo descabellado?
3)
¿Es más importante ser sumisos al Señor
que sujetos a los pastores?
4)
¿Cuál es la causa del actual deterioro
de la fe?
5)
¿Cómo se puede
desarrollar la autoridad espiritual?
6)
¿Es la adoración una tarea reservada
sólo a los ángeles?
7)
¿Cree que se
puede alcanzar la salvación de la sociedad por medio de la participación
política de los cristianos?
8)
¿Qué pensaba y esperaba de Jesús la
multitud que lo recibió en Jerusalén?
9)
¿Por qué la multitud exclamó “¡Bendito
el reino de nuestro padre David que viene!”?
10) ¿Qué
es la Semana Santa y qué importancia tiene?
11) ¿Qué
petición le hará al Señor esta Semana?
BIBLIOLINKOGRAFÍA.
- Reina, Casiodoro de (1960). “La Santa Biblia” Estados Unidos: Broadman & Holman Publishers.
- MacArthur, John. (2011). “Biblia de Estudio MacArthur” Estados Unidos: Thomas Nelson Inc.
- (1979). “Dios Habla Hoy, La Biblia Versión Popular” Sociedades Bíblicas Unidas.
- (1960). “La Santa Biblia” Sociedades Bíblicas Unidas. Recuperado de: http://www.gentle.org/biblia/
- “Nuevo Testamento, Edición Pastoral” Chile, Ediciones Mundo, 1974.
- “Diccionario de la Real Academia de la Lengua de España” Disponible en: http://www.rae.es/
- "Concordancia electrónica de la Biblia” Disponible en: http://www.miconcordancia.com/concordancia.php
- https://es.wikipedia.org/wiki/Betfag%C3%A9
- http://www.wikicristiano.org/diccionario-biblico/significado/hosanna/
- http://www.jesucristo.net/profecCristo.htm
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